Sentado, recordando sentimientos reprimidos
trato de no recordar más
para que la pena no me lleve hacia allá,
un lugar lejano y sin retorno.
Canto una canción que habla de esperanza y del amor a distancia
pero nuevamente vuelvo a caer
en la ingenua idea de volverte a tener
y oír aquella palabra que nunca escuché salir de ti.
Como quisiera que sea real
el recuerdo de haberte besado,
pero el único recuerdo que tengo
es de tu sombra alejándose
y dejándome a mi con la esperanza a cuestas
de un encuentro pasional y fugaz.
Y otra vez vuelvo a recordar…
del amor y los estragos que este deja a sus pasos
en un viaje interminable por lugares dolorosos
que fuerza al corazón transitar miles de veces
hasta que ya no pueda caminar,
se rinda y se deje caer lentamente.
Ya he caminado mucho,
he ido, regresado y he vuelto a ir
y no he encontrado nada que me convenza
a quedarme por siempre a tu lado,
son muchos los riesgos que ya he tomado
y a pesar de estar embriagado
son sólo penas las que he encontrado
y he aprendido a olvidar.
A pesar de estar a punto de mandar
al amor y la felicidad a la mierda
me doy cuenta que el camino no ha finalizado
y a duras penas y penas muy duras
estoy llegando a la mitad,
es entonces que me doy cuenta
que mi esperanza ha muerto de inanición.
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