miércoles, 21 de mayo de 2008

Ilusiones en batalla: el recuerdo contra la razón (Mente Vs. Corazón)

Últimamente he estado escarbando en medio de la autopista de las ideas
buscando algún recuerdo enterrado y hallé un pequeño cofre muy bien cerrado, entonces decidí salir en busca de la llave para poder dejar libre mis recuerdos encerrados por las penas y otras viejas ideas fantasmales de mi ser.

Caminando sin rumbo alguno me encontré con la cordura que en muchos casos me había abandonado gracias a dios.
Ella empezó ha conversarme, a preguntarme por qué nuevamente quería que me acompañe en este viaje en el tiempo, y yo sin más tiempo que perder empecé a contarle y explicarle mis por qué.

Luego de tener esa idea desquiciada de la declaración por “n” vez, desfiló por mi cabeza la idea de quemar todo vestigio de aquel amor que no se culminó, poco a poco estaba entrando en un estado de inestabilidad, mi acompañante trató de calmarme, pero no pude evitarlo…mejor dicho no quise evitarlo, la ira, la tristeza, la nostalgia, la idea de resignarme nuevamente a olvidar otro amor me enloqueció de tal manera, que empecé a maldecir hasta al mismo dios; gritando histéricamente ¡Por qué! Llegue a un momento de darme cuenta en el estado en el que estaba y traté de calmarme, pero fue en vano, los sentimientos reprimidos ya no deseaban seguir encarcelados, traté de caminar lentamente y respirar profundamente, pero no logré controlar aquellas bestias que ya estaban fugándose de mi ser, las cuales yo no quería liberar por un buen tiempo porque sabía en que iba a terminar, entonces fue ahí donde corrí sin dirección, corría y gritaba mientras unas lagrimas se deslizaban lentamente por mis mejillas.

Corrí hasta llegar a un parque que miraba al mar, y ahí fue donde pude excarcelar todos mis sentimientos, golpee, pateé, grite y maldije a dios miles de veces, hasta que exhausto al fin pude sentarme calmado, me di cuenta que la cordura ya no estaba a mi lado, que enloquecí porque no quería aceptar que aún pensaba en ella, que tenía que olvidarla porque lo nuestro ya no iba a suceder más y a pesar de esto, a pesar que quería iniciar otra relación, era ella quien aún asechaba mis pensamientos, mis sueños, y no podía dejar de pensar en ella; fue entonces donde en el piso vi una pequeña llave y saqué de mi bolsillo el cofre que había encontrado en mis pensamientos, lo pude abrir, había una fotografía volteada, la saque y al mirarla se me cayó el cofre, al darme cuenta que eras tú la que siempre estuvo en mi mente.

Sentado, empecé a llorar, me había dado cuenta que la locura, ya me había invadido, que mi locura de la que siempre quise escapar, que mi soledad a la cual temí, que el amor el cual siempre quise estaba ahí frente de mi, eras tú, entonces fue donde entendí que nuevamente me hallaba en el inicio, huyendo, escapando y buscándote.

“No tienes idea de cuanto te amo, de cuanto te extraño y desearía que esa noche en la cual sentencié nuestro amor a una muerte segura nunca hubiese existido”

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