miércoles, 21 de mayo de 2008

Eterna soledad (13-10-06)

Sentado en un rincón de la sala de mi casa
tomando un café que tiene más frío que caliente
por todo el tiempo que llevo pensando y ahogado en mis sueños.

Veo como se va muriendo las cosas a mi alrededor
cuando pasa el fantasma del tiempo.
Y como mis ilusiones se caen
al ver la cruda realidad a través de la televisión.

Fue entonces donde vino a visitarme mis quimeras
que sólo vi cuando niño y desde ese momento
no sé si murieron o sólo de viaje se fueron.

Luego llegaron mis esperanzas
que heridas se arrastraban por la sala,
le di un poco de manzanilla con alegría
y poco a poco se reía de sus heridas.

Después de un tiempo nos dimos cuenta
que la utopía ya estaba presente,
entró sigilosa sólo para irse nuevamente.

Unas horas más tarde, irrumpiendo la burbuja ya creada
mi corazón moribundo hace su entrada
enfermo y con múltiples heridas
cae al suelo ya sin esperanzas.

Ya en tan amena conversación
entre mis quimeras, y esperanzas,
pero tristes por mi difunto corazón
escuché que llamaban a la puerta con desesperación,
con ansias y sorpresa abrí la puerta
encontrándome sólo la calle vacía.

Será que me he vuelto loco? Me pregunté
y al ver la sala vacía me di cuenta
que la soledad volvió a ser mi compañera
y era ella quien con tanta insistencia llamaba a mi puerta
se tarda un poco, pero siempre llega.

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